domingo, 24 de febrero de 2013

COLORES.

El cielo nos habla de y con colores.

Por supuesto, estos colores tienen su explicación científica, no por ello falta de belleza, que  nos cuenta el origen de esta belleza.
El cielo es azul de día, negro de noche, rojizo al amanecer y al atardecer.
Se suele decir que la Tierra es el planeta azul.
El color del cielo, por otra parte, es consecuencia de la filtración de la luz realizada por la atmósfera. La luz interacciona con los gases atmosféricos y como consecuencia se producen los colores en el cielo que se pueden observar casi cada día.
En ausencia de atmósfera, estos colores no aparecerían. Por eso, el cielo en la Luna es negro.
Alguna vez te habrás preguntado porqué el cielo es azul, o porqué se vuelve rojo en los amaneceres y atardeceres.
En realidad, la atmósfera no tiene color.
Lo que provoca que veamos el cielo de distintos colores es la refracción de los rayos de luz por los gases de la atmósfera. La luz solar está compuesta de distintas longitudes de onda: rojo, amarillo, naranja, verde, azul, violeta… El azul y el violeta son mucho más energéticos que el rojo y el amarillo.
Antes de llegar hasta nosotros, los rayos de luz tienen que atravesar la atmósfera, y en el camino, chocan contra partículas de polvo, gotas de agua, gases…
Durante el día, las partículas de gas dispersan la luz azul que llega del sol, haciendo que todo el cielo parezca azulado.
Cuando amanece o anochece, los rayos de luz tienen que atravesar una mayor distancia cuando el sol está en lo alto. Al atravesar mayores distancias, la luz del sol choca con un mayor número de partículas y pierde energía, por sólo llega a nosotros la luz más rojiza.
Estos son losinstrumentos que utiliza el cielo para:

Renacernos.

Confundirnos.




















Avisarnos.



 Preparanos...

















Calmarnos. 



Acogernos.









Sólo hay que prestarle un poquito de atención y disfrutarlo.






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